Es un verdadero logro llevar a cabo el modelo de una franquicia. Después de todo ese esfuerzo, es probable que una pregunta recurrente aparezca en la mente del franquiciatario (y ocurre comúnmente) que comenzó a incursionar en este modelo de mercado y que su experiencia es poca: “¿Y ahora qué sigue?”.
Invertir tiempo en implementar un par de estrategias para comercializar la franquicia es de suma importancia.
Perfil del inversionista
La gran ventaja del franquiciatario es que conoce el producto perfectamente, lo que puede llevarlo a definir un perfil de un posible candidato para llevar el negocio.
Al tener el conocimiento de la franquicia, definir un perfil del inversionista es fundamental pues permite que se cuiden los lineamientos y la esencia de la cadena.
Formular preguntas nunca está demás:
- ¿Se requiere tener experiencia del giro de negocio?
- ¿Hay un perfil académico en específico?
- ¿El inversionista está capacitado o es apto para operar?
- ¿Tiene las actitudes deseadas para el tipo de servicio de la franquicia?
- ¿Existe disponibilidad de tiempos y horarios que el giro de mi negocio requiere?
Inversión en difusión
Buscar los medios apropiados para generar conocimiento de la marca es importante, esto puede ser a través de medios de comunicación donde haya una sección especializada para futuros inversores, así como también, ferias y eventos que lleguen a los inversionistas prospectos.
El objetivo es posicionar la marca y conseguir visibilidad en el mercado meta.
Buscar las opciones adecuadas y recurrentes de los inversores, además de crear mensajes atractivos y acordes a los públicos a los que se dirigen.
Sistema interno adecuado
Contando con una buena estructura, sea en la página web o tomando en cuenta el capital humano, se puede otorgar correctamente la información adecuada y se transmite la eficiencia de la marca. Es muy importante revisar que se reflejen claramente las ideas de la franquicia.